Después de muchos años centrado en el blanco y negro, utilizando cámaras de medio y gran formato y con procesados químicos, aprovecho un descanso en mi quehacer fotográfico para iniciarme en la técnica digital.
Este cambio de procesos coincide también con un cambio en mi mirada. La espaciosidad de los campos de Salamanca, de donde procede mi familia y adonde vuelvo todos los veranos, es lo que me atrae.
Indudablemente, se trata más de una búsqueda interior que de un ejercicio técnico.