El hierro entre la naturaleza

Exhalan un halo de verdor, frescura y confortabilidad al oscuro entorno. De sus cubiertas renace la vida. Se plantan flores, arbustos y hasta tímidas huertas.

El agua, fuente vital, con peces rojos que nadan en su mundo, ajenos e inocentes a las máquinas.

Sensibilidad entre el hierro, inusual en un lugar tan sórdido.

Sin embargo, su objetivo es proteger el taller de las humedades, de las filtraciones de agua. Lo que en un principio es necesario para el funcionamiento y evitar las dilataciones del cemento, se convierte en un elemento decorativo y humanizante incluso como “modus vivendi” con pequeñas plantaciones hortícolas.